El cierre de Hobby Centro, una tienda tradicional de juguetes con una historia de décadas en el casco antiguo de València, ha sido un golpe devastador para muchos nostálgicos. Uno de los más afectados ha sido Miquel Real, dirigente de Compromís y exjefe de gabinete de Mónica Oltra, quien expresó su pesar por el anuncio de liquidación del emblemático comercio. “Si cierra la tienda donde comprabas coches de Scalextric de pequeño, se rompe definitivamente un hilo invisible que te traslada a una etapa muy feliz de tu infancia“, lamentó Real en una emotiva publicación.
Las tiendas tradicionales como Hobby Centro representan una parte esencial del tejido comercial local, especialmente para quienes han crecido en la misma localidad. Para muchos, la experiencia de comprar en una tienda de juguetes de confianza era parte fundamental de su infancia y de la construcción de sus recuerdos. En una era digital marcada por el comercio electrónico, la desaparición de estos pequeños negocios crea una sensación de pérdida que va más allá del cierre de una mera tienda. Se sienten como parte de la identidad de una comunidad y de su historia colectiva.
Exterior de Hobby Centro, Valencia. GOOGLE MAPS.
El cierre de Hobby Centro evoca un sentimiento de nostalgia para aquellos que pasaron horas entre sus estanterías rebosantes de juguetes. Era el lugar donde encontraban los coches de Scalextric, los trenes eléctricos y otras maravillas que llenaban los días de ocio y despertaban la imaginación de los niños. Miquel Real no es el único que ha sentido una punzada en el corazón al enterarse del cierre definitivo de esta mítica tienda.
El anuncio de liquidación no solo significa la desaparición de un espacio comercial, sino también la pérdida de un punto de conexión entre generaciones. Las familias, durante décadas, encontraron en Hobby Centro un lugar donde los padres podían compartir su pasión por los juguetes con sus hijos, creando un vínculo intergeneracional que ahora se rompe.
El cierre de este tipo de establecimientos no es aislado, sino un fenómeno que afecta a muchas tiendas tradicionales en España. Estas luchan por sobrevivir en un mundo donde las grandes superficies y el comercio electrónico dominan el mercado, ofreciendo una oferta de juguetes más amplia y precios competitivos. Sin embargo, el valor de estos pequeños negocios reside en su capacidad para conectar con la comunidad y ofrecer una experiencia única.
A pesar del impacto emocional que produce el cierre de Hobby Centro, algunos confían en que la nostalgia por los juguetes tradicionales todavía tiene un lugar en la sociedad actual. Quizás no sea en la misma forma o en el mismo lugar, pero la esencia de esos negocios tradicionales puede sobrevivir de alguna manera. Las comunidades locales pueden unirse para apoyar a otros pequeños comercios y recordar lo importante que son para su identidad colectiva.
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